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miércoles, 7 de septiembre de 2011

Satisfacciones de la actividad física

¿Porque hay muchos deportistas que si no realizan una actividad física continuada o diaria,  se sienten mal?
Mucho se ha hablado de este tema, y uno de los motivos es que al dejar de realizar ejercicio físico para algunas personas muy habituadas, puede conllevar cambios de animo y de actitud, ya que al realizar ejercicio continuado, liberamos endorfinas, uno de los mejores antídotos contra el estrés, el dolor, la fatiga, la depresión o la ansiedad y que nos aportan bienestar,  al dejar de percibirlas nuestro cuerpo y mente las llega a echar en falta.
Cuando sentimos dolor las endorfinas actúan como analgésicos endógenos inhibiendo la transmisión del dolor al cerebro.
Las endorfinas, también llamadas hormonas de la felicidad, son sustancias químicas producidas por el propio organismo, estructuralmente muy similares a los opioides (opio, morfina, heroína) pero sin sus efectos negativos.
El estrés derivado del ejercicio físico provoca un aumento de la cantidad de endorfinas presente en sangre y en el líquido cefalorraquídeo. Se retrasa la aparición de fatiga, lo que produce una sensación de vitalidad y bienestar.

Se calcula que hay alrededor de 20 tipos diferentes de endorfinas distribuidas por todo el cuerpo, parte de ellas están localizadas en la glándula pituitaria y son las encargadas de hacer posible la comunicación entre las neuronas.
Estos químicos naturales producen una fuerte analgesia, estimulan los centros de placer del cerebro creando situaciones satisfactorias que contribuyen a eliminar el malestar y disminuir las sensaciones dolorosas.
De todas maneras, las endorfinas tienen una vida muy corta ya que son eliminadas por determinadas enzimas que produce el organismo. Es una medida para mantener el equilibrio de nuestro cuerpo y no ocultar señales de alarma.
Esta cuestión que para mi es muy importante, el bienestar mental que nos produce el ejercicio físico, puede parecer un contradicción: ¿cansarnos provoca bienestar? pues si, desde luego que si, y en  mucha cuantía.
Muchas veces, la sola mención de la palabra entrenar, ya asusta a algunas personas, identificándola como, cansancio, presión, dedicación…, por este motivo prefiero hablar de actividad física, pero al final, tanto da la palabra elegida para definir ponernos en marcha,  lo que cuenta es el hecho, decidirnos por lo menos a probar, experimentar si todo lo que nos cuentan los amigos o lo escrito en este articulo es verdad, el reto es descubrirlo.
Realizar actividad física o entrenar, no ha de representar un suplicio, ni en el supuesto caso (cada vez se estila mas, por suerte) de que debamos hacerlo por prescripción medica, a esta situación no deberíamos llegar nunca, el interés   por descubrir lo que somos capaces de hacer, debe surgir de nosotros mismos.
La ultima cuestión importante es que todas estas sensaciones no se obtienen el primer día, ni el segundo, ni el tercero, los primeros días de entrenamiento o actividad física, llevan consigo unas pequeñas molestias, resultado de realizar un trabajo físico poco habitual, es por este motivo, que hay que insistir un poco, porque estos efectos desaparecen rápidamente, dejando paso al bienestar físico y mental del que hemos hablado anteriormente.

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