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martes, 6 de septiembre de 2011

Síncope.

 Entre un 15 y un 30 por ciento de la población ha tenido al menos un episodio de síncope en su vida.
Generalmente el síncope de debe a causas de menor entidad pero hay que tener en cuenta en ocasiones se debe a causas graves que requieren de un diagnostico exacto.
¿Que es?
Es la perdida de conocimiento repentina, breve, que se recupera espontáneamente y sin secuelas. Esto pasa porque transitoriamente hay una falta de riego cerebral. Puede deberse a problemas cardiacos, neurológicos o una mala regulación de la tensión arterial.
Se da en mayor proporción entre mujeres de 15 a 20 años, generalmente por causas neurológicas, y personas de más de 60 años por problemas cardiacos o de regulación de la tensión arterial.
Causas cardiacas.
El sincope de origen cardiaco puede deberse a una arritmia, una obstrucción a la salida de la sangre o un fallo agudo del funcionamiento del corazón.
El primer caso es el producido por una arritmia (90 por ciento de los sincopes de origen cardiaco) es decir un fallo en el ritmo cardiaco que disminuye la función de bomba del corazón. Este no es capaz de bombear la sangre necesaria para mantener el flujo sanguíneo al cerebro adecuado.
El segundo tipo se debe a la obstrucción en la salida de la sangre del corazón (10 por ciento de casos de origen cardiaco), en este caso tampoco se podrá bombear sangre suficiente para mantener el funcionamiento correcto del metabolismo cerebral. El más general de los casos es que la válvula aórtica no se abre suficientemente para que salga la sangre.
El tercer caso (poco frecuente) es el mal funcionamiento agudo y repentino del corazón.
Fallo de la regulación de la tensión arterial.
Este sincope es conocido como vasovagal o neurocardiogénico. Esta es la causa mayor de sincope. Suele darse en situaciones concretas, interrumpir bruscamente el ejercicio físico, levantarse bruscamente, por emociones intensas, dolor, calor, aglomeraciones, etcétera. Normalmente hay signos de aviso, palidez, malestar, sudoración, déficit visual y bostezos. La falta de riego cerebral afecta al control neuromuscular y se produce la perdida de tono muscular provocando la caída.
En cualquiera de los casos es conveniente realizar un diagnóstico exacto a fin de poder determinar si es necesario un tratamiento específico.

Qué hacer:
  1. ver si es síncope u otro problema. Ver si responde y muestra signos de conciencia.
  2. si responde poner en posición de seguridad, lateral.
  3. si no responde, estimular. Valorar si respira.
  4. si no respira iniciar maniobras de reanimación.
  5. si respira colocar en posición lateral y evaluar conciencia y respiración hasta que llegue la asistencia medica.

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