Muchos corredores se preguntan cómo iniciarse en las
carreras de montaña, qué distancia hacer, qué dificultad elegir,
cómo prepararlas, si estará o no preparado para afrontarla. no
tengas miedo y prueba… siguiendo nuestros consejos.
1. Adaptarnos en progresión
Todos deberíamos en primer lugar familiarizarnos con la montaña,
el medio en donde se va a desarrollar esta modalidad.De igual
manera tenemos que empezar haciendo muchas marchas por ella, ya que
cuando tengamos que hacer una prueba larga esto nos ayudará
muchísimo, por la sencilla razón de que en muchos momentos,debido a
los excesivos desniveles, nos tocará andar.
Creo que, como cuando se empieza en las carreras de asfalto, se
debe empezar entrenando un tiempo antes de competir.Una vez que
tengamos hábito, las primeras pruebas deben de ser cortas (5-10
kilómetros),para con el tiempo ir a media maratón y con bastante
más tiempo de entrenamiento pasar a la maratón.
Deberíamos empezar entrenando un tiempo en la montaña,
para después tomar contacto con pruebas no muy técnicas e
ir poco a poco metiéndonos con las pruebas más exigentes y con
mayor dificultad de recorrido.
2. Calzado y textil especial
Las zapatillas que debemos utilizar son zapatillas
especificas de montaña, ya que su agarre, impermeabilidad
y sujeción, son totalmente distintas a las zapatillas de
asfalto.
La ropa debe de ser igualmente técnica y
apropiada para la montaña, ya que tenemos que tener muy en
cuentalos cambios de temperatura, porque en muchas ocasiones
empezaremos con unas temperaturas próximas a 10-12 grados y cuando
estemos en alguna cima lo mismo en ese lugar la temperatura ronda
los 0ºC, para terminar de nuevo con temperaturas más
agradables.
3. Hidratarse y comer
La hidratación en la montaña es muy importante,
ya que estaremos muchas horas en ella y aunque no nos demos cuenta,
debemos beber continuamente para no deshidratarnos. Asimismo nos
protegernos del sol con pañuelos, gorras o accesorios similares
para no tener el típico golpe de calor, por que el sol nos esté
dando directamente en la cabeza.
En montaña de igual manera si hacemos alguna prueba larga,
deberemos comer y alimentarnos para que no nos visite "el hombre
del mazo", o lo que es lo mismo, tener una soberana pájara, que no
es la novia del pájaro en este caso...
4. ¡Ojo con las bajadas!
Hay que tener mucho cuidado en las bajadas técnicas, ya que
bajar bien se consigue con tiempo de experiencia. Al principio se
tiene más miedo que vergüenza, pero tomároslo con calma y
sobre todo no arriesguéis más de lo debido, incluso aquí
os deberíais quedar cortos. Vamos que no merece la pena arriesgar
nunca. Las subidas son menos problemáticas, ya que aquí la
limitación la planteará el desnivel y el terreno y seguramente en
muchos tramos deberás andar.
5. Cambiar el chip de tiempo/distancia
Tener en cuenta que las referencias aquí son distintas a
las del asfalto. En asfalto sueles mirar ritmo de
kilómetro y kilómetros que llevas. En la montaña sueles ver
el recorrido y dependiendo de donde estén las cumbres, esa
es la referencia. Si tuvieses que hacer 30 kilómetros y en el
kilómetro 10 está una de ellas, por ejemplo a 1.800 metros de
altura, y después en el kilómetro 22 hay otra a 2.200 metros de
altura, lo habitual es plantearse cuánto te queda en función del
desnivel pendiente, tanto para subir como para bajar, y para esto
es muy útil el uso de un reloj GPS.
6. Consejos generales de un "novato"
Yo no soy un experto en montaña, incluso diría que bastante
inexperto, pero desde hace tres temporadas empecé a competir
pruebas de este tipo, desde kilómetros verticales (1.000 metros de
desnivel en una distancia lineal corta), hasta carreras de siete
días por etapas, con 240 kilómetros con 15.000 metros de desnivel
positivo. Lo importante es ir en todo momento bien, entero,
sin acercarse de lejos a los límites de cada cual. Y os lo
digo yo que he agarrado más de una pájara, de esas en las que el
hombre del mazo aparece de verdad.
En este maravilloso mundo el compañerismo es algo que se palpa y
se nota nada más llegar, sintiéndote integrado como uno más. A los
que se animan de nuevas les diría que disfruten de los paisajes y
las sensaciones que aquí puedes sentir, ya que son irrepetibles; no
digo que mejores o peores que en el asfalto, el cross o la pista,
cada uno tendrá sus gustos, pero recalco que son irrepetibles y
además completamente diferentes de unas pruebas a otras. Llegar a
la cima de una montaña es algo grande para nuestro espíritu.